sábado, 30 de agosto de 2008

Una oreja en oferta

Un simple borrador

Los psicoanalistas tenemos fama de ser vendedores de orejas. De los mas viles comerciantes inescrupulosos, capaces de vender el mismo objeto a una docena de personas en el mismo día. Siempre airosos de encontrar ávidos compradores, que regresan una y otra vez a solicitar el mismo bien.

Como toda fama siempre es dudosa y si no lo es mejor convertirla en ello. ¿Qué venden en la oreja y que compran los que compran?.

Los psicoanalistas saben mejor que nadie que con la oreja sola no se va muy lejos. Puede ser un dulce para el comienzo pero si se insiste en su oferta sin ofrecer algo mas junto a ella, las cosas no tardan en complicarse. ¿Por qué? Bueno, porque la oreja que se compra se paga hablando, sino que existencia tiene?! Hablar no es sin consecuencias y al cabo de un tiempo sus efectos comienzan a hacerse sentir. Las palabras se ofrecen como masa a un cincel, que cobra sus impuestos de no presentarse a tiempo.

Vendemos la oreja. Eso es fatalmente cierto, pero aunque parezca raro no es eso lo único importante. La oreja es el simple transistor de la cosa. La verdadera materia prima es el propio inconciente. Es desde allí que se escucha y se habla, o ninguna de las dos cosas. Las palabras son protagonistas, pronunciadas o no, son ellas el cincel capaz de hundirse en la masa.

Por eso cuando vaya a comprar una oreja, fíjese si además el buen señor tiene palabras, de esas que solo brotan despues de una atenta escucha.


4 comentarios:

Anónimo dijo...

me gusto mucho eso de que lo que produce el icc. es como el cincel que que se hunde en la masa.
Fantástico.

Natalia Zito dijo...

Gracias Patri!
Tus palabras siempre me dan aliento.

Anónimo dijo...

Hola querda Natalia, cuánto tiempo ha pasado y retrocedo hasta Agosto (casualmente 30 ya te contaré para que escuches con los ojos)
Hoy 4 de enero del 2009 te leo y pienso,
"Pocos tienen palabras adecuadas para la respuesta justa en el momento preciso".
Es demasiado pedir.
Pero muy interesante de tu parte la sugerencia. Aunque también depende del paciente, que unas veces 'está en respuesta' y no para de hablar ni deja espacio para un gesto de la "Oreja" y otros, "están en pregunta" y ni una palabrita le sale esperando que oreja le hable. Suele pasar ¿cierto?
Un abrazo para el Año recién nacido que ya Crece y como siempre, se hace notar.

Natalia Zito dijo...

Ay.. Vivi, será porque tus palabras a menudo me dejan pensando que no te respondí? Me quedé en la curiosidad por lo de agosto y se ve que no logre salir de allí.

Y sí, pasa. El analista debe poner a jugar su escucha y el paciente, sus palabras, sino no se llega muy lejos.

Un abrazo!

Natalia